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SOLA NO PUEDES, CON EL RESTO DEL MUNDO SI

Cuando escuchamos o vemos historias de emprendimiento, nos cuentan sobre cómo una idea se convierte en algo útil para los demás y se ofrece en forma de producto o servicio. Estas historias, tienen diferentes personajes detrás a las que les pasan cosas, se relacionan  y hacen posible obtener los resultados. Según mi punto de vista, la idea de emprendimiento se hace realidad sólo a través de las personas y las relaciones entre las personas, de tres formas:

  1. Por la colaboración
  2. Por los contactos
  3. Por el apoyo social/emocional

En las últimas semanas he hablado con dos personas que tienen una idea para emprender. Se encuentran en un momento de inicio del proceso en el que se tienen unas capacidades o recursos, una idea y quieren convertirlo en una actividad laboral para ejercer de manera autónoma. En la mente de estas personas lo ven posible, aunque aún no es real y están solas con sus ideas.

Cuando pensamos en personas emprendedoras, las vemos a ellas como si todo lo hicieran por ellas mismas. Por ejemplo, la artista Rosalía canta ella sola en el escenario y su nombre ha alcanzado mucho éxito. Pero detrás de ese nombre individual hay muchas personas que han hecho posible ese éxito, una gran cantidad de profesionales: arreglos de letras y música, coreografía de baile, luces, vestuarios, peluquería, etc. Todo funciona por la colaboración que existe entre estas personas. Es la COLABORACIÓN un fenómeno universal. ¿Qué hacemos cunado alguien nos pregunta por la calle por alguna dirección?  Se lo explicamos con gran entusiasmo, como si nos fuera la vida en ello. ¿Y si nos piden opinión sobre algún tema? Nos implicamos con nuestras aportaciones, defendiendo con argumentos para ayudar a la otra persona en su comprensión. Hay una predisposición natural a colaborar y nos sentimos bien haciéndolo. En las investigaciones neurocientíficas se comprueba cómo nuestro cuerpo segrega serotonina sintiendo felicidad, y esta es la emoción que vivimos cuando colaboramos o ayudamos a alguien. Y hay una ganancia con esa colaboración. Al pedir y aceptar la colaboración para el emprendimiento con otras personas o entidades que te pueden ayudar, sales del «yo» para llegar al «nosotros».

Llega un momento en el proceso emprendedor en el que, tanto para construir la idea como para ofrecerla, hay una necesidad de ampliar y aprovechar LOS CONTACTOS CON OTRAS PERSONAS externas al proyecto. Se trata de la acción a través de la red de personas. Podemos poner el ejemplo de la cantante Beyoncé que es una gran profesional por ella misma, y tiene suficiente visibilidad, pero cada vez que hay algún otro cantante le propone una colaboración, ella acepta, o quizás ellas lo propone. Lo que consigue con ello es llegar a sus seguidores y a los seguidores de los otros/as cantantes con los/as que colabora (Lady gaga, Shakira, Coldplay, Justin Timberlake). ¿Esto es saber aprovechar las redes de contactos o no ?

Hablando sobre este tema en la Conferencia DIFUTEC. En la Universidad Politécnica de Valencia. Campus de Alcoy. Marzo 2020

Si seguimos el proceso de estas dos personas que están en proceso emprendedor, sabemos que con todo este trajín (convertir la idea en un modelo de negocio, ofertar este producto o servicio, hacerse visible y reconocido, etc.) la cosa ya se pone emocionante. Y es eso a lo que me refiero exactamente, a las emociones que surgen al tener que afrontar retos que te plantea emprender. Se van mezclando los momentos de ilusión y de decepción, de entusiasmo y de frustración, dudas y certezas. Todo lo que le sucede al emprendedor, te impacta personalmente con mucha intensidad, para bien o para mal. Un motivo importante es que se pone en juego todo lo que se sabe y puede hacer; hay una gran implicación personal detrás de cada acción emprendedora necesitando entonces gestionar nuestras emociones. ¿Qué es lo que mejor ayuda para gestionar nuestras emociones? ¡El resto de personas que están con nosotros! Diferentes investigaciones desde la psicología han ido mostrando cómo EL APOYO SOCIAL está relacionado con el estrés y la salud (House, 1981). El apoyo social se refiere a recibir afecto, a sentir que pertenecemos a un grupo social y nos ayuda a reconocernos a nosotros mismos, a reconocer nuestra identidad como profesionales y como personas. Pero también es una ayuda instrumental cuando nos ayudamos por ejemplo para terminar un trabajo.

Pensamos que uno solo/a podemos hacerlo todo y no es cierto. Nos necesitamos unos a otros, esto es INTERDEPENDENCIA, para desarrollar un proyecto, para conseguir resultados y para recibir el acompañamiento humano. ¿Cómo podemos hacer esto? Presento sólo unas ideas:

  1. Colaboración efectiva. Sal de tu “yo” para estar en el “nosotros”. Localiza a quien te puede ayudar o complementar. Te llevará a ser más feliz.
  2. Establecer contactos y mantener redes. Provoca conexiones con otras personas diferentes a tu entorno habitual y desarrolla habilidades de comunicación. Aumentará tu autoestima y satisfacción
  3. Aprovecha el apoyo social de tu entorno. Pide ayuda cuando lo necesites. Comparte cómo te sientes, respeta y agradece. Sentirás calma mental y bienestar emocional.

La vida profesional es un continuo actuar entre las relaciones interpersonales que hacen posible que vayas avanzando en tu proyecto. Yo estoy segura de que, todo lo que hago profesionalmente ahora, es el resultado de todas mis colaboraciones, contactos en red y, sobre todo un apoyo social de mi entorno que ha estado ahí continuamente.

 “sola no puedes pero con el resto del mundo SI”

Aquí estoy hablando de este tema en el el programa de «Hoy por Hoy Alcoy»  RadioAlcoy-Cadena Ser  (Minuto 4:00)

https://play.cadenaser.com/audio/1603282191388/

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