La automatización, la digitalización y el uso de la inteligencia artificial va incorporándose ya en el día a día de nuestra vida personal y en nuestros trabajos: gestiones, compras, comunicación, etc.
El Foro Económico Mundial ha mostrado en su informe The Future of Jobs Report 2020, una visión de cómo será el mercado de trabajo, los empleos y las habilidades requeridas en los próximos cinco años (2025). Publicado el 20 de octubre de 2020.
Dos datos al respecto:
- La integración de la tecnología en los procesos productivos: un 43% de las empresas encuestadas a nivel mundial van a reducir su fuerza laboral.
- Dejarán de existir 85 millones de puestos de trabajo como consecuencia de la automatización o por considerarse obsoletos, pero aparecerán en su lugar 97 millones de nuevos empleos (muchos de ellos llevan a una nueva división del trabajo entre humanos, máquinas y algoritmos)»Durante la próxima década, gran parte de los empleos de nueva creación serán ocupaciones totalmente nuevas o bien trabajos existentes que experimentarán transformaciones significativas en cuanto a nuevas habilidades», afirma el informe.
Leyendo todo esto, ya deducimos que las competencias exigidas para acceder y desempeñar un trabajo van a requerir de una cualificación profesional para empezar a trabajar. Pero también para las personas que estamos trabajando, se hace necesaria un aprendizaje y formación continuado: se estima que como mínimo la mitad de los trabajadores/as van a tener que actualizar o adquirir nuevas competencias.
Ante esta situación, muchas personas ya se han puesto en marcha. Según este mismo informe, se ha cuadriplicado el número de personas que buscan oportunidades de aprendizaje online. Y las empresas también: se ha quintuplicado el número de empresas que ofrecen oportunidades de aprendizaje digital a sus trabajadores.
La formación reglada va cubriendo las demandas y necesidades de las empresas, pero el sistema educativo no llega a dar la respuesta: se necesitan profesionales preparados para dar respuesta a las necesidades actuales, y sobre todo a las futuras.
Con la nueva ley de educación en España (LOMLOE), y en lo que se refiere a la Formación Profesional se quiere hacer una reforma en la que se flexibilice y se integren las formas de profesionalizarse a ese nivel: la formación profesional, los certificados de profesionalidad y otros tipos de formación. Para ello la intención es seguir actuando hacia la mejora de los recursos, la preparación del profesorado, mejora en las aulas y número de plazas, también las normativas, la oferta formativa y las posibilidades de acreditar la experiencia profesional.
La ministra Isabel Celaá comunicó que: Entre los retos del nuevo sistema está el de lograr que la formación permanente, la actualización y la recualificación formen parte natural de la vida profesional de cualquier persona. (Diciembre 2020)
También ha comentando la ministra Celaá que El foro Económico Mundial sitúa a España en el puesto 61 en la formación en el trabajo, realizando 17 horas por trabajador y año. En Alemania, por ejemplo, se invierten unas 50 horas. Las empresas líderes en el mundo dedican por su parte entre 80 y 85 horas anuales por trabajador.
Ahora la pregunta es: ¿Cuántas horas se dedica en tu empresa a formar a sus trabajadores/as al año?
El número de horas por persona de la empresa al año es un indicador que se utiliza en la gestión del personal en las empresas para valorar si la inversión que se hace en formación repercute en resultados, ya sea de productividad, de innovación, de clima laboral o de rotación de personal.
La formación, por tanto, forma parte de la estrategia de la empresa, y es por ello que se mide con indicadores de resultados concretos para mantener o aumentar competitividad. Las preguntas básicas serán: ¿Cómo o en qué quiero que este mi empresa en los próximos dos años? ¿Cómo están de preparadas las personas que trabajan para hacer frente a ello? ¿Qué voy a hacer?
Actualmente existen muchas posibilidades para que la persona se prepare: cursos más formales: FP parcial o cursos a través de la bonificación (ya sea online como presencial); o también un plan de aprendizaje a través de una tutorización. También se incluiría aquí el incentivar que la persona obtenga la titulación o supere las pruebas de acceso que le permitan ingresar en aprendizajes de niveles superiores.
En cuanto a las personas, igualmente forma parte de nuestra estrategia de vida laboral. Podemos utilizar el mismo índice: número de horas de formación en el año. . Las preguntas básicas serán: ¿en qué situación va a estar mi actividad laboral en los dos próximos años? ¿Estoy preparado/a para ello? ¿Qué voy a hacer: aprendo o cambio?
Las posibilidades de formarse es muy amplia y variada, desde realizar Formación Profesional, Certificados Profesionalidad, otros cursos varios más o menos oficiales, añadiendo modalidades presenciales, online, etc.
Sea como empresa, o sea como profesional, la preparación continua no es algo que se considera para buscar una mejora, sino te da la posibilidad de mantener y aumentar tus oportunidades de trabajo tanto en los momentos de «estabilidad» como en las épocas de transformación o cambios.
Aquí podéis escucharme hablando de ello en el programa SER EMPRENDEDOR en Radio Alcoy-Cadena Ser