Las posibilidades de encontrar trabajo están muy determinadas por los requisitos que se solicitan para cubrir un determinado puesto, ya que se demandan unas características concretas que cumplir. Cuando se busca a una persona, no se busca un “para lo que sea”, sino para una función concreta, y si eres especialista en ello, mucho mejor.
Se da como una contradicción en cuanto a que hoy en día se valoran personas polivalentes y a la vez especializadas, y cómo se manejan en estos dos conceptos. Se podría decir que cuando la empresa busca a una persona para trabajar, es para cubrir una función principal que es concreta y para la que tiene un gran valor ser especialista. Seguidamente hay otras competencias que son necesarias para complementar la función principal, además de la capacidad de adaptación, iniciativa y aprendizaje.
¿De qué nos sirve esto cuando buscamos trabajo? Es importante tener claras nuestras capacidades para saber en qué medida encajan en la demanda de trabajo y saberlo mostrar con eficacia, tanto si vamos a una entrevista como en las relaciones con otras personas que son nuestros contactos. Si la empresa sabe lo que busca, nosotros tenemos que tener muy claro lo que ofrecemos.
¿Qué impresión causamos cuando alguien dice que busca trabajo “de lo que sea? No saber lo que quiere, desesperación, que ha hecho de todo un poco, que tiene muchas ganas de trabajar…pero no lo sabemos con seguridad, pero estamos transmitiendo una falta de consistencia en nuestra marca personal.
En las entrevistas que hago de orientación, se empieza por decir que “yo lo que quiero es trabajar”, luego ya se muestra todo el catálogo de profesionalidad (estudios, experiencias, cursos, empresas, habilidades) y cuando ya vamos a concretar el objetivo “entonces te interesa trabajar de instalador eléctrico” “ bueno si, más o menos, pero que yo lo que sea ¿eh?”
Se entiende que detrás de estas frases hay una intencionalidad y estoy segura que son las ganas de trabajar y la predisposición para aprender. Está muy bien, pues vamos a decirlo haciendo hincapié en mi capacidad especial, diferenciadora, una fortaleza, talento, habilidad o atributo:
Me llamo Pepe y soy electromecánico, con mucha experiencia en instalación y mantenimiento de máquinas, relacionadas sobretodo con la alimentación. Tengo muchas ganas de seguir haciendo lo que me gusta y para lo que estoy preparado, tanto en el sector de alimentación u otros como envasados, etiquetados, etc. todo lo que sea producción automatizada o industria.
¿Cómo suena esta descripción? Mucho más potente y conviencente
¿Qué conseguiremos?
- Si afinamos en qué soy especialista o sé mostrar mis características especiales, transmitimos mayor sensación de profesionalidad y confianza en las personas que me escuchan o me leen.
- Esta información llega más concreta a los posibles empleadores/as, y a todo el que me escucha y pueda ofrecerme información o contactos interesantes.
- Especial, más que raro, quiere decir que es muy adecuado o exclusivo para una determinada cosa o persona. Eres el profesional adecuado para ese trabajo.
¿Qué hay que hacer?
Concretar las características que me hacen especial. Hay veces que es una competencia técnico-profesional, como lo es una persona que es auxiliar de enfermería en una clínica dentista, sabiendo manejarse en los instrumentos. O también puede referirse a algo personal, como esta descripción: Soy Juan y me dedico a atención al cliente, lo que mejor se me da es atender las quejas y resolver los problemas de la gente que llaman por teléfono.
¿En qué soy bueno? Todos tenemos algo que nos hace especiales, para saberlo aprovechar para la búsqueda de trabajo es ser conscientes y darle forma para hacerlo ver a los demás.
Aquí me podéis escuchar hablando de este tema en el el programa Àgora de RadioAlcoy-Cadena Ser