Cuando realizo un trabajo de aprendizaje en grupo, un curso, un taller, etc. siempre tengo la inquietud de saber de qué pasará después con todo esto que hemos expuesto, hablado y trabajado en los días que ha durado la actividad. Pienso en lo que va a quedar en cada uno de l@s participantes, qué se lleva de la experiencia, de l@s compañer@s, de mí…Tiendo a creer que algo se queda instalado en su persona y que le hace ir cambiando su dirección hacia un futuro mejor en lo profesional y en lo personal. El cambio se produce y todo empieza con un primer paso, por ejemplo, el asistir a un curso con una inquietud de querer avanzar como persona.
Podemos pensar que no es para tanto, pero un pequeño movimiento, provoca el cambio. Los cambios en nuestra vida, están formados por pequeñas decisiones y pasos que nos hacen llegar hasta nuevos escenarios. Estamos acostumbrados a pensar que nuestra vida cambia cuando tomamos grandes decisiones y en mi opinión, no es así. Un pequeño paso hace que tu dirección haya cambiado hacia otro camino, un cambio pequeño, pero que ya ha desviado tu dirección. Si mantienes ese pequeño cambio, te llevará hacia un nuevo camino y que poco a poco te vas alejando de la dirección que llevabas anteriormente.
El hecho de participar en una actividad (conferencias, charlas, cursos, networking, etc.) ya hace que se produzca un pequeño cambio en nuestras habilidades, nuestras relaciones, nuestras actitudes…que a la larga, nos hacen estar en diferentes lugares. Por eso cada persona llegamos a sitios diferentes, a conseguir estados diferentes como consecuencia de las pequeñas decisiones que vamos adoptando en la vida. Hacernos conscientes de esto nos ayudará a apreciar cualquier pequeño cambio que introduzcamos en nuestra vida, y que no le damos valor, pero nos está dirigiendo hacia nuevos lugares. También nos obligará a determinar el lugar hacia el que me quiero dirigir, dónde quiero estar.
Por eso mi esperanza es que, cada vez que realizo una actividad, que se produzca estos pequeños pasos. No aspiro a revelaciones divinas y cambios espectaculares, sólo dar un empujón, provocar esos pequeños movimientos que hacen que sigamos adelante por nosotros mismos en nuestros caminos. Este es el trabajo que también realizamos en coaching y que explica O’Connor, J. y Lages, A. en Coaching con PNL: El coach se ocupa de mostrarte el camino en el que estás, hacerte ver las opciones posibles, ayudarte a tomar una nueva dirección y ayudarte a persistir en el camino.
Nosotr@s somos l@s únic@s responsables de mantenernos en el viejo camino con la misma dirección o cambiar hacia lo que realmente queremos.