El mes de abril es un momento empezar a decidir sobre nuestra formación para el próximo curso escolar, tanto por parte de los centros educativos como en las familias es un asunto que preocupa. Para tomar esta decisión es importante estar informados de las alternativas formativas y también laborales, así como hacer un verdadero auto-análisis personal sobre nuestros intereses.
Para los padres/madres es difícil anticiparnos sobre si la formación que realicen de nuestros hijos/as va a tener unas consecuencias positivas y conseguir un trabajo de calidad, o si la ocupación hacia la que se preparen es la idónea para sus intereses. Pero es el momento de decidir, y como siempre, asumimos el riesgo de equivocarnos o de que el futuro varíe cambiando sus circunstancias.
En este post quería hacer mi aportación por mi experiencia profesional sobre este tema, en modo de ideas que puedan servir de puntos de referencia y que ayude a que luego cada persona tome su decisión:
Cada persona tiene su “talento” natural que le lleva a desarrollar unas habilidades laborales determinadas. Reconocer nuestro talento de manera honesta es una gran ventaja para tener mayor probabilidad de éxito en la decisión. El talento se aplica en situaciones reales a través de unas competencias, que también pueden cambiar y aprenderse con la práctica, aunque de entrada, ya nos da una señal de en qué somos más hábiles.
Las empresas buscan personas que sepan desempeñar una tarea concreta. Con la ESO y la ACTITUD no es suficiente, estar cualificado/a es la clave para una trayectoria laboral exitosa.
El mercado laboral actual está demandando profesionales cualificados, al nivel que corresponda según la función a desempeñar: un nivel medio, con un Grado Medio de F.P. o un nivel superior, con un Grado Superior de F.P. o GRADO UNIVERSITARIO. Rompemos con la idea de la decisión entre Bachiller o Formación Profesional, de manera que para el desempeño de una ocupación hace falta una determinada preparación: No son dos vías, sino una única vía de cualificación en la que vas progresando y avanzando hasta conseguir el nivel de preparación óptimo para el trabajo a desempeñar.
Es seguro que la cualificación que elijamos sufrirá una evolución en los próximos años, y está bien plantearse, no sólo cómo está ahora esa ocupación sino qué tendencia tendrá en el futuro.
La tecnología, la digitalización y la conexión con Internet, va a estar afectando a todos los trabajos en el futuro, por lo que no se trata de «ser tecnológicos o no», sino que cada ocupación se está adaptando estas nuevas formas, y es por ello que algunos trabajo desaparecen y otros aparecen, aunque la base de a cualificación sea la misma. Varios ejemplos: Ocupación de animación turística, que da información a personas y que ahora se acompaña de tecnología; el trabajo de docente, que aplica gamificación para que el alumnado aprenda; la ocupación de electro-mecánica de mantenimiento, que utiliza datos de averías de una máquina para hacer su plan preventivo.
Pensamos en trabajos que habrá en el futuro lejano, pero actualmente hay unas necesidades concretas que están empezando a ser problemáticas para las empresas y se da el caso en nuestra comarca en la que ya que no encuentran profesionales cualificados/as para ello. Es el caso de ocupaciones como trabajos especialistas en producción, oficios relacionados con el metal y la mecánica: electromecánica, soldadura, matricería programada y manual, técnicos textiles o del plástico, instaladores de frío o calor, que con una formación de dos cursos a través de la F.P. puedes tener un trabajo con el que iniciarse laborales y luego decidir.
Aunque poco a poco, como sociedad ya estamos dejando de lado las ocupaciones con una tendencia “masculina” o “femenina” de manera que no es un criterio acertado para la decisión, y lo va a ser menos de cara al futuro.
Para finalizar, me queda comentar algo que para mí es muy importante, y se trata de que es necesario tener una ocupación de referencia hacia la que me estoy cualificando, es decir tener un objetivo laboral. Pero también hay que dejar que la persona se vaya formando y vaya aprendiendo con la experiencia como una manera de ir contrastando si es lo que quiere hacer o no; hay personas que necesitan pasar por varias experiencias formativas y/o vitales hasta encontrar su objetivo profesional.
No es malo no saber qué quieres ser de mayor, sino que aún no lo has descubierto.
Aquí estoy hablando de este tema en el el programa Àgora de RadioAlcoy-Cadena Ser