Cuando una persona hace un gran esfuerzo y pone toda sus ilusión en la búsqueda de trabajo y no llega a conseguirlo, sufre un gran malestar haciéndose difícil llevar esta situación. Las personas actuamos conforme a lo que pensamos y sentimos sobre nosotros mismos, sobre las relaciones con otras personas o con las circunstancias que nos rodean (sean aspectos sociales, familiares, económicos, normativos, etc.). Nos encontramos muchas veces con la confusión, las dificultades, los bloqueos, el «estoy perdido/a», «desorientado/a», «el sé lo que tengo que hacer pero cuando llega el momento no me sale», o «no sé cómo lo podría hacerlo mejor». Estas situaciones las vivimos como no satisfactorias, y nos afectan emocionalmente.
Estos son algunos aspectos que pueden ayudar la persona a afrontar la frustración emocional que supone en muchas ocasiones la búsqueda de trabajo, y podríamos decir que muchos otros momentos en la vida. Antes que nada es necesario advertir que estas intenciones están dirigidas a personas que tienen una “normalidad psicológica” , ya que si no fuera así (por ejemplo, síntomas de ansiedad o despresión), habría que ir a un especialista, recomendando acudir a un psicólogo sanitario, para que le ayude a llevar esta situación hacia la funcionalidad.
- Asumir con flexibilidad las situaciones difíciles. Es habitual tener una sensación de angustia. de enfado o de rabia porque las cosas no están sucediendo como quisiéramos, no se cumplen nuestras expectativas. La adaptación a la variabilidad de lo que nos vamos encontrando, va a favorecer nuestro estado emocional y racional, y por lo tanto, nuestra capacidad de respuesta.
- Analizar y poner en duda las expectativas sobre nuestro “ideal” ¿es posible lo que yo busco o lo que me gustaría conseguir? Recopilar información sobre uno mismo (autoconocimiento), y sobre las exigencias de mercado laboral, nos va ayudar en el ajuste de mi expectativa con la realidad.
- ¿Es apropiado lo que estoy haciendo para llegar al resultado? ¿Lo que estoy haciendo me lleva a lo que yo quiero? Intentaremos buscar más formas de llegar a esa información, conocimientos, contactos, etc..hasta que nos aseguramos más de que lo que estoy haciendo realmente me dará el resultado que yo espero.
- Reconocer las acciones productivas del día y mis capacidades. Muchas veces dudamos de nuestra capacidad para poder hacer lo que hace falta para conseguir el trabajo, por ejemplo expresarme mejor en una entrevista o saber dónde encontrar la información. Sin embargo tenemos capacidades suficientes para desempeñar una actividad y lo hemos demostrado en nuestros trabajaos anteriores. ¿Es que no puedes o es que no sabes? Si no sabes, puedes encontrar webs, cursos, etc. en los que puedes aprender estrategias para buscar trabajo. Si no puedes, hay que cuestionarse qué es lo que te está dificultando y trabajar este aspecto personalmente para superarlo.
- Amplía la finalidad de la actividad de búsqueda para encontar a la pretensión de aprender/explorar, no sólo pensar en los resultados sino el proceso: realiza cursos, curiosea en la red, contacta con personas diferentes a las habituales, hacer voluntariado, etc. no fijar el propósito en conseguir el trabajo sino en recoger información y contactos, de ahí aparecen las nuevas oportunidades.
- Además acompáñate de otras personas. Comparte tu experiencia, tus intereses, tus sentimientos, tus experiencias, etc. Qué bonito resulta cuando se hacen talleres o cursos para desempleados en los que se comparte todos esto durante un tiempo de su vida. La socialización nos ayuda a «calmar» el malestar, y nos motiva a seguir adelante a pesar de las dificultades.
Abordar todos estos aspectos va a hacer que aprovechemos todos nuestros recursos profesionales o personales que ya tenemos, y que son la clave para afrontar la frustración y sentirse más motivados para la búsqueda de trabajo. La actitud principar es estar abierto a la incertidumbre y aprender de todo lo que nos va ocurriendo.
La fórmula del poeta griego Eurípides que data de hace 25 siglos está ahora más actual que nunca.
« Lo esperado no se cumple, y para lo inesperado un dios abre la puerta ».
Aquí me podéis escuchar hablando de este tema en el el programa Àgora de RadioAlcoy-Cadena Ser