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Uff!! Qué mareo

Cuando una persona está buscando un nuevo trabajo, en muchas ocasiones  ocurre que se siente desorientada, confusa y con sensación de angustia ante su futuro profesional y personal.
 
Aprovechando que aún tenemos cerca las vacaciones, vamos a comparar esta desorientación con la sensación  de mareo cuando se viaja  en coche. Se trata de Cinetosis (mareo cinético) y se define como:

Trastorno ocasionado en nuestro sentido del equilibrio que se origina cuando no cuadra la información que recibe desde la vista, el oído medio y nuestro sistema osteomuscular.

Es decir, al cerebro le llega diferente información sobre su posición en el espacio y se desorienta. Esto sucede más aún cuando vamos en coche dando curvas a diestro y siniestro, frenamos y aceleramos, nos equivocamos y rectificamos. Te suena ¿verdad?: diferente información que te llega a través de los medios de comunicación, los conocidos y familiares que te aconsejan, el  entorno en el que vives, tus intereses personales, desde ti mismo, tienes mucha actividad en la búsqueda y de repente lo abandonas todo…Toda esta información diversa hace que no sitúes claramente tu mejor posición como profesional dentro mercado laboral, ni de cómo actuar para conseguirla.
 
Si seguimos comparando, los síntomas del mareo cinético, según la revista Salud Vial de la Dirección General de Tráfico, son: fatiga, sudores fríos, palidez, debilidad, náuseas y sensación de movimiento aun con el coche parado. Se producen alteraciones que nos afectan física y psicológicamente…
 
El consejo general que nos dan ante el mareo cinético, es buscar la forma de manejarse con información que no sea tan incoherente: mirar hacia adelante y tener controlados los movimientos que se producen en la conducción con respecto al recorrido de la carretera, de manera que el cerebro sabe más realmente lo que está pasando y puede anticipar los movimientos futuros.
 
Para dirigir nuestra trayectoria profesional sin sufrir este efecto de desorientación, hay que centrar los esfuerzos en un objetivo concreto, es decir, tener claro  qué es lo que queremos  para nuestro futuro profesional. Al tener esta visión hacia adelante, tendremos mayor efectividad al valorar nuestra posición actual, lo que nos hace falta para conseguir lo que buscamos, la información que nos va ayudar, así como también, las acciones a poner en marcha para que se produzca el movimiento hacia donde nosotros queremos.  
 
La referencia para no marearnos está en el objetivo profesional como el punto “estable” en el que fijamos nuestra mirada.  Sobre este referente podremos dar coherencia a toda la información que nos llega y conseguir un mayor control personal como conductores en este viaje.
Y es que, aunque a veces se nos olvida, el cuerpo tiene su propia sabiduría.

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