Escucho a las personas en la consultoría frases como:
No tengo tiempo para nada
Para mi día tendría que tener 48 horas
Se me pasa el día volando y siempre me quedan muchas cosas por hacer
Se me acumulan las tareas y no llego a todo lo que quiero hacer
Cuanto más tiempo tengo, menos hago
Tengo todo el día y al final, no he aprovechado para hacer lo que tenía que hacer
Estoy haciendo una cosa y pensando en todo aquello que me queda aún.
Estas personas hablan de sus dificultades porque sienten malestar ya que no se cumple todo aquello que esperan que pase, y les hace pensar que no se organizan bien o que necesitan gestionar el tiempo.
Es cierto que estamos hablando de realizar tareas y contamos con un recurso limitado que es el tiempo. Pero lo que nos da verdadera satisfacción es conseguir unos resultados que esperábamos y que además esos resultados son importantes para nosotros, como puede ser, entregar un informe, conseguir una venta, realizar un curso, fabricar una pieza, aprobar un examen, diseñar un logo, etc. Cuando conseguimos estos objetivos, nos sentimos personas útiles.
El ser humano necesita sentirse útil, produciendo unos resultados y que se consiguen realizando unas tareas dentro de un tiempo limitado.
El concepto del tiempo ha sido diferente a lo largo de la historia y en diferentes culturas, así como, también ha sido diferentes las exigencias en cuanto a las tareas a realizar. Y si antes hablábamos de gestionar el tiempo como una forma de organizar o planificar tareas y tiempos, con los cambios en nuestro estilo de vida (personales y laborales), nos referimos ahora al concepto de productividad: hacer las cosas bien aprovechando de manera eficiente los recursos para conseguir unos resultados.
Con este concepto ya no sólo es cuestión de organizarse y repartir lo que hay que hacer en un tiempo, sino de ser efectivos cuando estamos realizando una tarea. Y para ello ya tenemos que contar con otros recursos personales si queremos aumentar nuestra efectividad y ser productivos en el tiempo del que disponemos.
El profesional de la gestión de la productividad Berto Pena de Thinkwabi nos propone cuáles son los elementos sobre los que trabajar una mejora en nuestra productividad personal.
- EL TIEMPO QUE TENEMOS PARA HACER UNAS TAREAS. ¿Estoy poniendo el tiempo necesario para hacer lo que es importante para mi trabajo? A lo mejor estoy ocupando mi tiempo en tareas que nos son importantes, o que no me llevan a ningún resultado concreto, tareas que me estorban, atiendo necesidades de otras personas, etc.
- LA ENERGÍA PERSONAL PARA HACER LAS TAREAS ¿Estoy poniendo mi energía en hacer lo que es importante en mí trabajo? Quizá estoy realizando una tarea y estoy pensando en que no sirve para nada, seguro que me equivoco, no llego a tiempo, me queda mucho aún, etc. estos pensamientos nos consumen la energía mental. O también no tener en cuenta los momentos del día que somos más productivos, o en los que hay que hacer un descanso.
- LA CONCENTRACIÓN PARA HACER LAS TAREAS. ¿Estoy poniendo mi concentración en hacer lo que es importante para mí trabajo? Para realizar una tarea y ser productivo, necesitamos mantener nuestra atención en ello, y es la forma en que, de manera natural, nuestro cerebro se convierte en una máquina con un funcionamiento eficiente o «a velocidad de crucero».
Sobre estas cuestiones podemos trabajar para aumentar nuestra productividad, conseguir resultados y sentir la satisfacción de sentirnos útiles.
En la forma de vida que llevamos actualmente, es necesario replantear qué estamos haciendo, pero no con el tiempo, que es el que es, sino con lo que es importante de verdad para las personas en el trabajo o en la vida.
Aquí estoy hablando de este tema en el el programa Àgora de RadioAlcoy-Cadena Ser